Una de las cosas más complicadas cuando se está empezando a boxear es conseguir volver a la guardia después de realizar un golpe. Parece algo sencillo, pero por algún motivo a la gran mayoría de los principiantes se les resiste.
¿Cómo podemos interiorizar que hay que volver a la guardia después del golpe?
Volviendo a la guardia después del golpe
Cuando damos un golpe, hemos de imaginar como si fuéramos por un carril y volviéramos por el mismo carril. La mano que no golpea se mantiene protegiendo la cara, y la que golpea, después de impactar, vuelve para proteger la cara lo antes posible.
Uno de mis maestros de boxeo dice que tienes que sentir como si extendieras la mano para coger comida (arroz) y luego te la llevaras a la cara para llevarte esa comida.
Es una manera gráfica de decir que el golpe tiene que ir sin una tensión excesiva y a la vez volver lo antes posible a proteger la cara.
Si en el directo a veces es complicado volver, más difícil es aún en ganchos y crochets, especialmente cuando se encadenan varios golpes seguidos. En ese caso la tendencia es a dar varios golpes sin volver a la guardia y es especialmente peligroso, porque el rival puede contraatacar y nosotros, centrados en nuestra propia ofensiva, podemos comernos el golpe del contrario.
Por eso después de cada golpe hay que volver a la guardia, y luego lanzar el nuevo golpe si eso es lo que deseamos hacer.
Cómo practicar la vuelta a la cara después del golpe
La mejor manera de practicar el movimiento de ida y vuelta es hacer sombra, boxear delante de un espejo y comprobar que hacemos esos movimientos adecuadamente. Luego será mucho más fácil coordinarlos en caso de golpes sucesivos.
Es importante que al momento de golpear hayamos girado el pie en la dirección adecuada al golpe, y al momento de volver a la guardia volvamos los pies a la posición inicial.